miércoles, 7 de noviembre de 2012

diferencias entre centrales


 
Las principales diferencias entre una Planta de Ciclo Combinado y una central térmica clásica

Un simple vistazo exterior a una central térmica clásica y a una Planta de Ciclo Combinado sirve para darse cuenta ya a primera vista de las grandes diferencias que existen entre ellas.
Pero si además analizamos una por una sus características, entonces el resultado de la comparación es rotundo: no tienen nada que ver.
 
Imagen tomada en Poolbeg (Dublín), donde se aprecian las diferencias de tamaño entre una central térmica clásica y una Planta de Ciclo Combinado.

 

Utiliza gas natural

Las diferencias empiezan ya por el combustible utilizado para generar energía. Una Planta de Ciclo Combinado utiliza gas natural, el mismo que se emplea cada vez más para uso doméstico. Esto evita por completo la posibilidad de formación de humos negros, hollines, partículas, óxidos de azufre o cenizas.
No emite contaminantes

Tampoco produce dioxinas ni furanos ya que estos sólo se forman mediante la combustión de productos con cloro como el carbón, el lignito o los derivados del petróleo, combustibles habituales en las centrales térmicas tradicionales.
No necesita almacenamiento

Otra ventaja derivada del uso del gas natural como combustible es el hecho de que no necesita almacenarse.
Se toma directamente del gasoducto de la red existente, evitando así la posibilidad de derrames o accidentes, además del tráfico de camiones, habitual en las poblaciones donde hay instalada una central térmica clásica.



El gas natural no precisa de camiones para su suministro.
Reducido volumen de edificación

El volumen de edificación de una Planta de Ciclo Combinado es tremendamente reducido en relación con el tamaño habitual de una central térmica clásica. Por ejemplo, las chimeneas de una central térmica clásica suelen tener una altura mínima de 200 metros, frente a los 70 metros de la Planta de Ciclo Combinado proyectada en Corvera. En cuanto al volumen de edificación, en la Planta de Ciclo Combinado Asturias Generacion es incluso menor de lo habitual porque se ha sustituido la subestación eléctrica habitual por una subestación interior blindada diez veces inferior. Y además, como funciona a gas natural, tampoco necesita depósitos.
Mayor eficiencia energética

La tecnología de Ciclo Combinado permite aprovechar el calor residual, transformándolo en electricidad. Su rendimiento es de un 56% frente al 30-34% de las centrales térmicas clásicas.

Es decir, con la misma cantidad de energía genera por encima de un tercio más de electricidad, con el consiguiente ahorro de recursos naturales. Mayor eficiencia que también permite reducir las emisiones de CO2 a la mitad y las de NOx a una décima parte, dejándolos en niveles irrelevantes y absolutamente respetuosos con toda normativa vigente al respecto.
Menor tiempo de construcción

Otra ventaja adicional es el tiempo que se necesita para su edificación. Sólo son necesarios dos años y medio para construir una Planta de Ciclo Combinado mientras que el periodo necesario para una central térmica clásica está entre los cinco y los siete años

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